Hay muchas cosas que nos diferencian de las demás personas, que nos caracterizan y nos hacen únicos en nuestra especie. Ya puede ser tu color de piel, de ojos, tu pelo... pero hay algo muy muy propio. Es esa esencia, ese olor propio que queda gravado en ti. Inconfundible. Inolvidable.
Es aquello que recuerdas, y que en menos de nada está esa persona contigo. Es como cuando tallas el nombre de una persona con un corazón en el tronco de un árbol, o un tatuaje cuyo significado sea él o ella, una carta con su letra...
Esa sensación al recordar tu olor, que me envuelve y hace que reviva esos recuerdos, como si me estuviera metiendo en un álbum de viejas fotos. Un abrazo tuyo, un beso, una sonrisa. Quedaron lejos, muy lejos.
Quizás sea hora de buscar nuevas esencias, ¿qué me dices?
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