A veces intento no pensar, me engaño a mí misma diciéndome que me das igual, que ya eres agua pasada, y que te puedes ir con cualquier otra, que a mi ya me es indiferente. Pero no voy a ser hipócrita. Cada vez que mis ojos te ven, recorre en mí esa inexplicable sensación. Quisiera que me abrazases y sentir tu cuerpo pegado al mío.
No voy a decir que es bueno pensar esto, ¿pero qué voy hacer si es lo único que me hace sentir bien? Lo malo viene después, cuándo te tropiezas con la estúpida, odiosa e irremediable realidad.
Sé que mis recuerdos no me los va a quitar nadie, y que es lo único que me queda, pero también pienso que no se puede vivir del pasado.
¿Acaso pueden más los malos momentos que los buenos? ¿Acaso es este el final? Sinceramente, prefiero no pensarlo. Me meteré en una de esas burbujas de hipocresía en las que mucha gente vive, quizás funcione.
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